Derriba en nosotros las altas murallas levantadas por el egoísmo, el orgullo y la vanidad. Aleja de nuestras puertas las envidias que obstruye y destruyen la unidad. Líbranos de las inhibiciones. Calma los impulsos agresivos. Purifica las fuentes y originales. Y que lleguemos a sentir como Tú sentías y amar como Tú amabas. Tú serás nuestro modelo y nuestro guía.
4 de octubre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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