Todo lo visible y temporal está sujeto a un cambio incesante. Todo fluye y se diluye. Todo pasa en perpetuo movimiento; su esencia es moverse, pasar. Todo aparece y desaparece, nace y muere. Hoy abrimos el periódico y quedamos conmovidos por tan espeluznantes noticias. Abrimos mañana el periódico, y otras noticias más pavorosas todavía. Y así la historia marcha airosa en la rueda voltaria del tiempo. Ya lo dijo Heráclito: «Nunca podrán bañarse dos veces en un mismo río, porque las aguas en que hoy se bañaron ya se fueron; y nunca volverán».
4 de septiembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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