Si amáis tan sólo a los que os aman, ¿cuál es vuestro mérito? Si queréis convivir tan solo con los que son de vuestro agrado, ¿en qué está la novedad? Si sois cariñoso y saludáis tan sólo a vuestros parientes y amigos, ¿en qué os diferenciáis de los demás? Hasta los ateos proceden así.
27 de noviembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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