Señor Jesús, todas nuestras voces se agolpan a tus puertas. Nuestras olas mueren en tus playas. Nuestros vientos duermen en tus horizontes. Los deseos más recónditos, sin saberlo, te reclaman y te invocan. Los anhelos más profundos te buscan impacientemente.
12 de noviembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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