Éste es, sin duda, el desafío del hombre para el hombre: qué hacer, cómo hacer para que yo llegue a ser dueño de mi mente, para que mi atención esté ocupada únicamente por recuerdos estimulantes, ideas positivas, por motivos queridos por mí y no por los que se me imponen. Mientras no avancemos en esta dirección, no podemos hablar de libertad.
18 de julio
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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