¿Qué es más fuerte, preguntó Jesús, el fuego o el agua? Ustedes, que son de espíritu mundano, que es espíritu falaz, o sea, que se dejan llevar de las apariencias, ya sé que me responderán: ¡el fuego! , porque el fuego quema, incendia y arrasa. Pongan, sin embargo, juntos al fuego y al agua, y verán cómo el fuego sucumbe instantáneamente ante el agua. ¡El agua es más fuerte que el fuego!, y la paz más fuerte que la guerra; y el perdón más fuerte que la venganza; y el amor más fuerte que el odio; y la humildad más fuerte que todas las rebeldías. Y las vestiduras que cubrirán a los que son del espíritu de mi Padre son: la mansedumbre, la paciencia y la humildad. Estos son los campeones en el Reino de mi padre.
29 de noviembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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