Para amar es necesario ser libre. Nuestras desgracias provienen del hecho de extender un cordón umbilical, el cual siempre encadena, y por ende esclaviza. Todo cuanto ata sujeta. Y el sujetado no es sujeto sino objeto. Toda ligadura es, pues, sujeción. Una cosa es tener y otra retener. Una cosa es usar y otra apropiarse.
6 de junio
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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