Y Tú, Huésped espléndido y magnífico ¿Qué me traes para la Cena, esta Cena que se renueva cada día? Háblame de Ti, Señor, háblame de Ti. Estoy cansado de hablarte siempre de mí, como si yo fuese el centro del mundo, como si fuese el alfa y omega de la Historia. Dime, Jesús, lo que sientes, lo que deseas, lo que echas de menos, las decepciones que has tenido conmigo. Cuéntame detalladamente lo que te propones hacer conmigo. Enséñame a escucharte como María en Betania.
Circular 17
Diciembre, 2003
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