Buenos días, Padre querido.
Gracias por este nuevo día.
Estoy contento.
Te ofrezco mis pensamientos,
palabras y trabajos.
Haz, Señor, que yo este día,
sea bondadoso con todos,
obediente a mis padres,
que no haga nada que te ofenda
y que durante estas horas camine en tu Presencia.
Amén.
Conversando con Dios, 33.
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