Mi Señor, dijo Jesús: esta noche vengo a poner mis llaves en tus manos. Por muchas que sean las naves que surquen mis costas y las embarcaciones que toquen mis playas, un solo timón guía mi nave por los altos mares: tu voluntad. Suelta, pues, los vientos y llévame a donde quieras.
21 de abril
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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