El Señor sabe por experiencia que el ser humano es oscilante, capaz deserción y de fidelidad. Pero el Señor se mantiene inmutable en su fidelidad, no se cansa de perdonar, comprende siempre porque sabe de qué barro estamos constituidos.
31 de diciembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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