El perdón es la más alta expresión del amor y la más genuina. Pero lo que asombra en el perdón evangélico es otra cosa: que más alegría siente el que perdona que el que es perdonado. Por eso, Jesús representa el perdón del Padre como una fiesta.
18 de diciembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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