Si alguien busca exclusiva y desordenadamente su propia felicidad, haciendo de ella la finalidad última de su existencia, está fatalmente destinado a la muerte; y muerte significa soledad, esterilidad, vacío, tristeza. El egoísmo está iluminado, en su última instancia, por resplandores trágicos, porque el egoísmo acaba siempre en el vacío y la desolación.
25 de junio
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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