El dolor y la alegría tienen un mismo calado. Calado es la profundidad a donde llega la quilla de un navío en relación y a partir de la línea de flotación. La hondura que alcanza el gozo, alcanza también el dolor. Tanto se sufre cuando se goza, y viceversa.
10 de diciembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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