Si el lector se detiene un momento y vuelve la mirada hacia atrás en su vida y reflexiona un poco, descubrirá que ciertos acontecimientos dolorosos que, en su tiempo los consideró tremendas desgracias, hoy, a la vuelta de diez años, han resultado ser hechos providenciales que le han traído bendición, desprendimiento de sí mismo y sabiduría.
3 de agosto
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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