Dice el salmo: «Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles». En las raíces de la ternura descubrimos siempre la fragilidad; en ella nace, se apoya y se alimenta la ternura. Efectivamente, la infancia y el desvalimiento, y en general, cualquier género de debilidad invocan y provocan el sentimiento de ternura. No importa que te digan que eres polvo y humo. La ternura divina revestirá tus huesos carcomidos, y habrá esplendores de vida en tus valles de muerte. Miedo, ¿a qué? ¿Por qué llorar? Seremos envueltos en un manto de ternura.
11 de noviembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
Así es, esa ternura que Él nos da, es lo que cada día nos mueve a hacer bien las cosas; en la medida en que nosotros vivamos ese Amor , seremos capaces de amar como Él nos ama, aún cuando cada día es un nuevo reto , porque este mundo está lleno de envidias, odios, rencores y todas esas cosas que nos dañan la mente y el alma. Solo debemos seguir el camino de su mano y sentir ese Amor. Bendiciones 🙏🙏🙏🙏🙏