Aquí estoy. Nadie me pidió autorización para ser empujado a la existencia. Estoy aquí sin permiso mío. La existencia no me la propusieron, me la impusieron. Puedo decir que, en cierto sentido, estoy «aquí» en contra de mi voluntad. Estoy abocado a la muerte igual que el día está a bocado a la noche. No opté por esta vida, como tampoco opto por la muerte que me espera. Montado sobre este potro que es el tiempo, cada momento que pasa es una pequeña despedida, porque estoy dejando atrás tantas cosas que amo, y en cada momento muero un poco.
27 de agosto
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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