Si el hombre acaba constituyéndose enemigo de cuanto rechaza, puede llegar a transformarse en un ser universalmente sombrío, suspicaz, temeroso y temible a la vez. Y puede entrar en un círculo vicioso: cuanto más le desagradan las cosas más las rechaza, y cuanto más las rechaza más le desagradan. Urge salir de este círculo de fuego. Basta de sufrir.
19 de julio
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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