Si tienes una espléndida figura, seguramente la amarás. Pero ¿será amor? Probablemente existe una simbiosis entre ti y tu figura. En el fondo podría decir: yo soy mi figura. Si tienes una memoria brillante o una simpatía irradiante, seguramente vas a amarlas. ¿Amar qué? ¿Tus cualidades o tu persona? Normalmente no existe rechazo ni acogida de mi persona, sino de partes de mi persona. No vas a tener problemas en aceptar y amar lo que hay de agradable en tu persona. Tus problemas comenzarán cuando te encuentres con los aspectos de tu persona que no te gustan. Ahí comenzarán tus disgustos.
5 de septiembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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