Acepta con paz las contrariedades de la vida y las incomprensiones de mis hermanos, las enfermedades y la misma muerte, y la ley de la insignificancia humana, es decir que después de mi muerte, todo seguirá igual como si nada hubiese sucedido.
1 setiembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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