Acepta con paz el hecho de que los ideales sean siempre más altos que las realidades. Acepta con paz el saber que en cada empresa que cometes al final vas a encontrarte casi siempre con un pequeño regusto a frustración. Acepta con paz tu deseo de agradar a todos y no poder; el deseo vehemente de llegar a una profunda intimidad con Dios y que el camino sea tan lento y difícil.
26 de diciembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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