Presentarse ante Dios como un niño
Para entrar en el Reino el hombre tiene que comenzar por derribar golpe a golpe la estatua de sí mismo, renunciar a los propios delirios...
“Nos ha enviado con un buen mensaje para los humildes,para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.” ISAÍAS 61, 1