Necesitamos un Redentor
“Nos ha enviado con un buen mensaje para los humildes,para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.” ISAÍAS 61, 1
Talleres de Oración y Vida
Costa Rica
Padre Ignacio Larrañaga
Sólo Dios puede bajar a las profundidades originales del hombre
El Padre de ese «tipo» es mi Padre
¿Qué es más fuerte, preguntó Jesús, el fuego o el agua?
¿Queréis saber quién es el más grande?
Si amáis tan sólo a los que os aman, ¿cuál es vuestro mérito?
Ellos quieren vivir con Jesús y yo también
Dios es «mi Padre»
¿Cómo se genera el encuentro?
Dios está siempre en el centro
Dame la sabiduría
Ama la vida, como las plantas aman el sol
Jesús calma aquella agitación hostil y deja en el interior tanta paz
Para el hombre, la desinstalación es, justamente, su salvación
Mi alma cantará eternamente tu misericordia
A tanta humildad, tanto amor
Las raíces están siempre en la profundidad
Tú velarás definitivamente mi sueño
María es para cualquier momento consolación y paz
Aquí estoy, contigo voy